3 langostas medianas
25 g de mantequilla
25 g de harina
2 y 1/2 dl de leche
60 g de parmesano rallado
1 cucharadita de mostaza de Dijon
unos granos de pimienta negra y roja
1 limón
1 hoja de laurel
brandy
sal.

En una cacerola grande poner abundante agua con el limón partido, las pimientas, el laurel, un chorrito de brandy y sal. Cuando rompa a hervir, introducir una langosta y cuando vuelva a hervir, retirarla. Hacer lo mismo con las otras dos. Escurrir y dejar entibiar.

Derretir la mantequilla en un cazo al fuego. Añadir la harina y remover durante 2 min. Agregar lentamente la leche caliente, sin dejar de remover y hasta que quede cremoso y algo espeso. Bajar el fuego e incorporar la mitad del queso y la mostaza. Mezclar y rectificar el punto de sal.

Cortar las langostas por la mitad horizontalmente con un buen cuchillo y cubrir cada mitad con la salsa. Espolvorear con el resto de parmesano y gratinar 5 min en el horno. Servir calientes sazonadas con pimienta roja y negra machacada.