12 langostinos
1 taza de harina
1 huevo
1/2 taza de leche
1/2 taza de cerveza
aceite para freír
2 cucharadas de harina condimentada
gajos de limón y
perejil para adornar
Elimine las cabezas y la piel de los langostinos, dejando las colas intactas. Retíreles el hilo intestinal de la parte dorsal.
Tamice harina en un recipiente. Bata el huevo y la leche juntos y mezcle con la harina hasta formar una pasta de aspecto
suave. Espésela con cerveza y deje reposar 30 minutos.
Caliente aceite en una sartén honda de fondo pesado. Reboce los langostinos en la harina condimentada y, a continuación, sumérjalos
uno a uno en la pasta para rebozar. Introduzca con cuidado en el aceite seis langostinos y fríalos 2 minutos hasta dorarlos.
Sequelos con un colador metálico, déjelos escurrir en papel absorbente y manténgalos calientes. Repita la operación con los
langostinos restantes.
Sírvalos en una fuente precalentada y adorne con hojas de perejil y gajos de limón.
Nota: Sazone la harina con una pizca de sal y pimienta. No fría más de seis langostinos a la vez, pues la temperatura
del aceite disminuiría y éstos absorberían demasiada grasa.
|