SALSA DE TOMATE
1 cucharada de aceite de oliva
2 dientes de ajo
440 g de tomates en lata triturados
1/4 taza de vino blanco
2 cucharadas de concentrado de tomate
1/4 taza de albahaca fresca picada
500 g de sardinas pequeñas frescas
1/2 taza de harina
1/2 cucharadita de pimienta molida
1/3 taza de aceite de oliva
ramitas de alguna hierba arómatica para decorar
Para preparar la salsa de tomate, caliente el aceite de oliva en una cacerola mediana.
Sofría el ajo majado a fuego lento durante 2 minutos.
Añada los tomate, el vino blanco, el concentrado de tomate y la albahaca.
Déjelo cocinar destapado unos 10 minutos.
Corte las cabezas de las sardinas y deséchalas.
Retire las vísceras, aclare las sardinas bajo el grifo y séquelas con papel absorbente.
Mezcle la harina y la pimienta en un cuenco mediano.
Reboce igeramente las sardinas con la harina sazonada y sacuda el exceso.
Caliente el aceite en una sartén mediana y fría las sardinas a fuego medio durante 2 minutos por cada lado, hasta que
estén tiernas.
Retírelas de la sartén y escúrralas sobre papel absorbente.
Disponga las sardinas en una fuente de servir grande y cúbralas con salsa de tomate.
Décorelas con ramitas de alguna hierba aromática y sírvalas de inmediato.
En lugar de sardinas puede utilizar langostinos y vieiras frescas.
Pele los langostinos y cocine el marisco del mismo modo.
Puede preparar la salsa de tomate 1 o 2 días antes y refrigerarla.
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