50 g de aceitunas verdes grandes
500 g de gambas peladas
250 g de camarones crudos
1 cucharada sopera de tomate triturado
12 hojas de brik
150 g de gruyer rallado
1/2 cucharadilla de café de comino
11 huevos
1 cucharada sopera de aceite de oliva
aceite para freír
sal
pimienta
salsa tártara:
2 huevos
alcaparras
perejil
1 cucharadilla de café de mostaza
1 cebolla
25 el de aceite de girasol
sal
masa para freír:
25 cc de cerveza
100 g de harina
1 huevo
sal
Cueza los camarones y 500 g de gambas peladas 2 a 3 min en agua hirviendo.
Escurra y resérvelas.
Reserve 400 g de gamas peladas y triture 100 g con 50 g de gruyer.
Incorpore a esta pasta 1 huevo entero.
Salpimiente.
Deshuese las aceitunas.
Mezcle con esta pasta de gambas la mitad de las aceitunas previamente cortadas en trocitos.
Reserve la otra mitad de las aceitunas.
Ańada el comino.
Caliente el horno a 200° C.
Haga albondiguillas con la pasta de gambas entre las palmas de las manos.
Reserve la mitad de los camarones para la decoración, rehogue la otra mitad 1 min en el tomate triturado con 1 cucharada
de aceite de oliva.
Pélelos.
Prepare una masa para freír mezclando harina, cerveza, 1 pizca de sal y el huevo entero.
Déjelo fermentar 20 min.
Pase las albondiguitas por la masa para freír.
Sumérjalas en un bańo de aceite para freír.
Resérvelas calientes.
Bata los 10 huevos, mezcle el resto del gruyer rallado, las aceitunas y los 400 g de gambas.
Disponga en el fondo del molde en corona los camarones rehogados y pelados.
Vierta los huevos.
Hornéelo unos 15 min a 200° C.
Desmolde el tajín.
Decórelo con los camarones no pelados y las albondiguitas sostenidas por palillos.
Húndalas bien.
Déle toda la vuelta a la corona, sírvala tibia.
Deguste las albondiguitas con salsa tártara.
En árabe, este tajin ha sido bautizado tej el molk.
Significa literalmente la corona de la realeza.
Los camarones que adornan el plato proceden del litoral tunecino.
Las gambas grandes, como joyas, sobresalen de la diadema bien dorada.
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