1 pulpo pequeño (1 kg)
2 cucharadas de aceite de oliva
180 g de cebolletas en vinagre
80 ml de vinagre de vino tinto
185 ml de vino tinto seco
1 tomate maduro rallado sin piel
1 hoja de laurel
1 cucharadita de orégano seco
Con un cuchillo afilado, separe la cabeza de los tentáculos del pulpo.
Para retirar los ojos, realice un corte circular en la base de la cabeza.
Para limpiar esta última, haga un corte con cuidado y saque los intestinos.
Parta la cabeza por la mitad.
Empuje la parte central de los tentáculos para sacar el pico.
Corte los tentáculos en grupos de 2 o 4, según el tamaño del pulpo.
Estire la piel de la cabeza y los tentáculos si sale con facilidad.
Ponga el pulpo en una cacerola grande y cuézalo a fuego fuerte en su propio líquido de 15 a 20 minutos, o hasta que esté seco.
Añada el aceite y las cebolletas y sacuda la cacerola hasta empapar bien el pulpo.
Agregue el vinagre, el tomate, el laurel, el orégano, 250 ml de agua y 1/4 cucharadita de pimienta negra molida.
Deje que rompa el hervor.
Baje el fuego al mínimo y prosiga la cocción de 1 1/2 a 2 horas, o hasta que el pulpo esté tierno.
Si no lo está, añada un poco más de agua y prosiga la cocción.
En la cacerola debe quedar un poco de líquido para empapar el pulpo, como si fuera una salsa.
Resulta delicioso servido caliente con pan crujiente.
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