-4 yemas de huevo,
-200 gr de nata líquida,
-65 gr de mantequilla,
-90 gr de cebolleta picada,
-325 gr de vino blanco seco,
-1,5 kg de mejillones,
-2 cucharadas soperas de perejil picado
-Sal.
Para elaborar la salsa se baten en una taza las yemas de huevo y la nata durante un minuto con ayuda de un tenedor. En una
cazuela ancha y baja, bien amplia, se funde a fuego suave la mantequilla, se añade la cebolleta picada y una pizca de sal
y se rehoga todo durante unos ocho minutos. Entonces se añade el vino blanco y se hierve suavemente otros dos minutos.
Mientras se reduce al fuego la salsa, se limpian bajo el chorro de agua fría los mejillones (eliminando las asperezas pegadas
a sus conchas y las barbas que pudieran surgir de su interior, dándoles un tirón decidido y con un golpe seco) y se escurren.
Pasados esos dos minutos de fuego, se incorporan los mejillones a la cazuela, se tapan y se dejan aproximadamente tres minutos
más, hasta que se abran sus conchas. Entonces, se van retirando del fuego con una espumadera. Es importante retirarlos en
cuanto se abran, para que no queden gomosos por exceso de cocción.
Se retira la parte de la concha sin carne anaranjada y se introducen en una fuente honda. Se hierve a fuego suave el jugo
que queda en la cazuela hasta que se evapore y reduzca a la mitad
En ese momento, sin dejar de batir con una cuchara o unas varillas metálicas, se vuelca la nata mezclada con las yemas y se
calienta, sólo calentar, sin que hierva, a fuego suave. Se añade la mitad del perejil picado y se vuelca es ta salsa sobre
los mejillones, espolvoreando con el perejil restante. Los mejillones deben quedar bien empapados de esta crema apetitosa.
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